domingo, 15 de febrero de 2015

¿CÓMO RECUPERARSE DE UNA FASCITIS PLANTAR?

¿Cómo recuperarse de una fascitis plantar?

Antes de nada presentarme: “Mi nombre es Álvaro Travé Mesa, soy Diplomado en Fisioterapia, trabajando en mi propia clínica de fisioterapia, y apasionado del deporte al aire libre”. El siguiente artículo será mi primera colaboración con buenaforma, y espero que les resulte interesante.
Si se mueve en el mundo del deporte seguramente conozca a alguien que sufra o haya sufrido la famosa“fascitis plantar”, ya que se trata de la principal causa de dolor en la planta del pie en deportistas y aparece, sobretodo, en corredores (afectando a más del 10% de ellos) o en aquellos deportes que combinan la carrera y el salto como fútbol, baloncesto o balonmano.
El término “fascitis plantar” hace referencia a un proceso inflamatorio de la fascia. Esta inflamación puede existir en ciertos casos como, por ejemplo, después de una carrera por asfalto con un calzado demasiado rígido. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos no encontramos células inflamatorias a nivel histológico, sino que encontramos un proceso degenerativo que afecta a la fascia. Por tanto, sería más correcto llamar a ésta patología fasciosis plantar, la cual se define como una degeneración de la fascia que aparece debido a microtraumatismos repetidos.
La fascia plantar está constituida por tejido conjuntivo cuya función principal es estructural. A pesar de su gran resistencia a las fuerzas de tensión,el efecto sumatorio de los microtraumatismos intermitentes y su déficit de respuesta reparatoria (debido a una escasa vascularización) condicionará la aparición de los primeros signos y síntomas clínicos.
La fascia plantar funciona como una goma elástica que ayuda a mantener el arco longitudinal del pie, cede con el peso (resistiendo las fuerzas de tensión a las que es sometida) y recupera su posición cuando finaliza dicha carga. Además, al estirarse acumula energía cinética que nos ayudará en la fase de despegue del pie. Junto con la estructura ósea, la fascia plantar mantiene de forma pasiva el arco longitudinal del pie. Por otro lado tenemos las estructuras activas, como es la musculatura (musculatura intrínseca del pie y músculo tibial posterior por su inserción en el escafoides), sobre la cual deberemos incidir en nuestro tratamiento, fortaleciendo dichas estructuras, para reducir la carga que sufren las estructuras pasivas.
Con la actividad aparecen pequeños desgarros en la fascia que en situación normal el cuerpo regenera pero, en determinadas situaciones, por un cúmulo de factores (muchos de ellos desconocidos), este daño sobrepasa la capacidad del cuerpo de regenerarse y empieza a producirse una degeneración de la fascia.
Microscópicamente esta degeneración del colágeno se observa como una desorientación, desorganización y separación de las fibras de colágeno,con aumento de la sustancia mixoide (sustancia semisólida en estado de gel compuesta por la degradación de las células y productos de deshecho).

SÍNTOMAS

El principal síntoma que nos puede hacer pensar en la presencia de una fasciosis plantar es el DOLOR y, teniendo en cuenta las características del dolor, podemos realizar un diagnóstico muy certero.
El dolor aparece inicialmente en la región del calcáneo donde se origina la fascia plantar (parte anterior del talón). En las fases iniciales se alivia con el calentamiento (los pacientes refieren que aparece dolor al levantarse de la cama que se va reduciendo cuando calientan), pero en fases más avanzadas el dolor es persistente e incluso aparece en reposo. Además el dolor puede extenderse hacia la cabeza de los metatarsianos.
Pero aparece entonces un dilema, si no existen células inflamatorias a las cuales podamos culpar de la aparición del dolor, ¿por qué aparece este dolor?. Parece ser que el dolor está relacionado con la alteración en las fibras de colágeno. Sin embargo, hay otros autores que defienden que el dolor es debido a un impingement o pinzamiento tisular por la presencia de un espolón calcáneo o por factores bioquímicos que activan a los nociceptores.
Existe además dolor a la palpación, que se incrementa si realizamos un estiramiento previo de la fascia.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Ante una posible fasciosis debemos descartar otras patologías, ya que NO todo dolor en la planta del pie es una fasciosis. Algunas de estas patologías son:
  • Espolón calcáneo, al cual suele estar asociado la fasciosis en muchas ocasiones, aunque no se conoce con certeza que ocurrió antes ya que, la tensión que produce la degeneración de la fascia podría terminar originando el espolón o el espolón es el que podría producir una alteración de la fascia.
  • Punto gatillo miofascial del abductor del primer dedo. Este músculo soporta el arco longitudinal del pie y su estado de fatiga se relaciona con un descenso del escafoides.
  • Fracturas en calcáneo, metatarsianos u otros huesos del tarso, enfermedad de Sever.
  • Síndrome del túnel del tarso o lesión del nervio plantar.
  • Atrofia de la almohadilla grasa

FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO

 Se trata de un proceso multifactorial en el cual influyen diferentes factores de riesgo como:
  • Reducción de la flexión dorsal de tobillo.
  • Indice de masa corporal superior a 30 kg/m2.
  • Presencia de espolón calcáneo.
  • Reducción de la dorsiflexión de la primera articulación metatarsofalángica.
  • Ocupaciones con largos periodos en bipedestación.
  • Calzado en mal estado o inadecuado para la actividad que se esté realizando.
  • Edad.
  • Alteraciones de la estática del pie que repercuten en la dinámicaEsto último se está cuestionando, ya que estudios recientes señalan que no existe mayor riesgo de lesión en pacientes con hiperpronación que utilizan un calzado normal en comparación con los que utilizan un calzado corrector.

¿QUÉ PODEMOS HACER EN CASA?

Reducir la carga a la que es sometida la fascia, disminuyendo el número de días de carrera o sustituyéndolos por ejercicios que no produzcan sobrecarga de la fascia como la bicicleta o ejercicios en piscina.
Uso de calzado adecuado ya que es común en corredores que utilizan zapatillas demasiado rígidas o en trabajadores que pasan mucho tiempo de pie y usan calzado plano.
En las primeras fases de la fasciosis es interesante el uso de crioterapia, y esto lo haremos con una botella de agua pequeña congelada. Se coloca en la planta del pie y se va rodando lentamente durante unos 8-10 min 2 o 3 veces al día. (Imagen 1)
Ejercicios de fortalecimiento de la musculatura intrínseca del pie como intentar recoger una toalla con los dedos.
Estiramientos de la fascia plantar, gemelo y sóleo. Manteniendo 30 segundos y realizando 3 repeticiones de cada uno de los músculos.
Ejercicios con bandas elásticas: flexión plantar, flexión dorsal, inversión y eversión. Realizaremos 2 series de 20 repeticiones con cada movimiento.
Ejercicios excéntricos del gemelo para estimular la generación de fibras musculares en serie y, por tanto, la elongación del músculo. Poner la punta del pie en el escalón y con las rodillas estiradas, bajar lentamente el talón. Realizaremos 3 series de 10 repeticiones.

Fuente: Buenaforma

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