domingo, 1 de marzo de 2015

Estiramientos de tibiales: tibial posterior y tibial anterior

Inorporar una rutina de estiramientos de tibiales es muy práctico si sufres de periostitis tibial (una lesión que requiere de paciencia para no desesperarse). Por supuesto, estos estiramientos también son de utilidad aunque no sufras ninguna lesión, así que puedes llevarlos a cabo especialmente después de correr.
Si te duelen los tibiales, debes realizar esta rutina de forma ligera y no prolongar cada ejercicio más allá de los diez segundos de duración (máximo tres repeticiones por estiramiento). Si no tienes dolor, realiza cada estiramiento durante 15 – 20 segundos, entre tres y cinco repeticiones cada uno.

¿Es posible superar una lesión sin dejar de correr?



Las lesiones son las pesadillas de los corredores e intentar superar una lesión sin tener que dejar de correr es el gran sueño de muchos.
Por ello en esta nota intentaremos responder a una gran duda: ¿es posible superar una lesión sin dejar de correr?
Sin dudas, la respuesta es compleja y dependerá principalmente del tipo de lesión que el corredor esté padeciendo.

¿Es posible?

Aunque todo depende de la lesión y su gravedad, podemos afirmar que es posible
 superar una lesión sin tener que dejar de correr.
Claro que para ello deberemos realizar ajustes importantes en nuestra forma de entrenar, ya que para lograrlo será indispensable que :

- Elimines los entrenamientos de velocidad y de mayor intensidad: 

Los entrenamientos de velocidad, exigen al máximo a nuestro cuerpo y no contribuirán a que tu lesión mejore.
En cambio, realiza todos tus entrenamientos en forma muy lenta; en estos casos llenar tus sesiones de entrenamientos tortuga es la mejor opción.

- Reduzcas el volumen total de tus entrenamientos.

Si deseas que tu lesión mejore sin dejar de correr, deberás reducir la cantidad de kilómetros que corres por semana.
Así, la gravedad de la lesión, será que te ayudará a determinar la cantidad de tal reducción. En algunos casos deberás correr el 5o% del kilometraje y en otros casos podrás intentar con el 75%.
Sé inteligente y escucha en todo momento lo que tu cuerpo te indica.

¿Cuando puedes hacerlo?

Para que puedas decidir si estás en condiciones de seguir corriendo, deberás evaluar si la lesión/molestia que estás sufriendo:
  • No se encuentre en una fase avanzada: si pasan las semanas y la lesión no desaparece sino que cada vez sientes mas dolor, deberás detener tus entrenamientos en forma inmediata.
  • Dolor al caminar: donde el dolor te impida caminar y/o desplazarte con normalidad: si el dolor es tan grande que te impide caminar en forma normal y te obliga modificar tu zancada al correr, lo mejor será tomarte un descanso del running y permitir que la zona lesionada se recupere en forma completa.
Aunque superar una lesión sin tener que dejar de correr es posible, te recomendamos que sigas todos los consejos que tu médico te indique (él es quien puede evaluar tu correcto diagnóstico y mejor tratamiento) y que siempre escuches  a tu cuerpo.

Ejemplos prácticos

Las lesiones óseas, cómo las fracturas  por estrés, y/o algunas lesiones articulares suelen ser  extremadamente dolorosas e inevitablemente te obligarán a dejar de correr.
En la mayoría de las tendinitis de rodillacorrer es posible (y hasta recomendable), ya que la inactividad física total no ayudará a la recuperación.En este tipo de lesiones, correr, realizar ejercicios de fortalecimiento y los estiramientos son parte de una rutina adecuada de recuperación.

Lesiones comunes para corredores, cómo la fascitis plantar,  el síndrome de la banda iliotibial, y la periostitis tibial, pueden ser muy dolorosas y de ello dependerá si deberás dejar de correr o tendrás que realizar entrenamiento cruzado (bicicleta, elíptica, natación, etc).
Algunas contracturas leves y molestias post entrenamientos y/o competiciones, no deberían ser un impedimento para continuar corriendo.

Advertencia
De ninguna manera,  alentamos la realización de actividad física sin la adecuada supervisión médica.
Ante la aparición de molestias persistentes, dolores y/o lesiones,  te recomendamos la inmediata visita a un profesional médico.

Fuente:  runfitners

Los 7 estiramientos imprescindibles después de correr


Los 7 estiramientos imprescindibles que un corredor no debe de olvidar  después de cada entrenamiento o competición

¿Por qué y cuando hay que estirar? La importancia de los estiramientos

ESTIRAMIENTOS MUSCULARES: ¿POR QUÉ Y CUÁNDO ESTIRAR?

Llamamos estiramiento a la puesta en tensión, alargamiento o elongación de estructuras óseas, músculos, tendones, cápsulas articulares, ligamentos, piel, etc.
Este artículo se centra en los estiramientos musculares y de unidades miotendinosas (unión tendón-músculo).

OBJETIVO DE LOS ESTIRAMIENTOS

El objetivo de los estiramientos es producir de forma más o menos importante una elongación y una tensión interna del músculo y/o sus tendones. Para ello se aplica una fuerza que tracciona, bien de un grupo muscular (estiramiento global), o bien específicamente de un músculo (estiramiento analítico).
A través de los estiramientos conseguimos:
  • Reducir la tensión muscular.
  • Mejorar la coordinación permitiendo un movimiento más libre y más fácil.
  • Aumentar la amplitud de los movimientos y mantener las propiedades existentes de extensibilidad evitando un acortamiento progresivo crónico.
  • Prevenir lesiones como contracturas o calambres musculares.
  • Favorecer la circulación al crear cierta vasodilatación.
  • Mejorar el conocimiento del cuerpo o propiocepción.
  • Facilitar la oxigenación del músculo.


PROCESO DE ESTIRAMIENTO:

Cuando sometemos a estiramiento a un músculo, en primer lugar se produce una deformación en alargamiento denominada fase elástica. Cuando se deja de aplicar el estiramiento el músculo vuelve a su longitud inicial sin que persista ninguna deformación.
Si una vez llegada a la fase elástica en lugar de finalizar el estiramiento lo mantenemos en el tiempo, haciendo el estiramiento más intenso, se produce un alargamiento mucho más importante que perdura incluso cuando se interrumpe el estiramiento. Se denomina deformación plástica.
Podemos entender esto mejor si comparamos el músculo con un muelle. Tenemos un muelle fijo en una pared. Si traccionamos del extremo libre del muelle queriendo estirarlo y lo hacemos de manera brusca y rápida, el muelle se estira y al soltarlo vuelve a su posición inicial. En cambio si tiramos del muelle de manera lenta, progresiva y mantenida en el tiempo (deformación o fase elástica), el muelle comienza a deformarse y a estirarse de modo que al soltar la fuerza que tracciona de él, también de forma lenta y progresiva el muelle queda deformado en elongación (deformación plástica).

PRINCIPIOS DE EJECUCIÓN:

Se trata de distanciar los dos puntos de inserción del músculo, es necesario tener un punto fijo y jugar sobre le punto móvil. Es habitual que el grupo muscular o músculo que se pretende estirar se contraiga al inicio de la maniobra como signo de defensa o miedo, por ello el estiramiento debe ser muy progresivo. Han de respetarse los siguientes principios:
  • Respetar la condición articular: la posición articular necesaria para el estiramiento debe respetar los ejes y planos de dicha articulación.
  • Respetar las amplitudes articulares: el estiramiento no debe ir más allá de las posibilidades articulares para no lesionar las estructuras capsulares ni ligamentosas.
  • Calentamiento previo: para evitar riesgos de ruptura.
  • Etapa preparatoria: colocar al músculo en un estado de pre-estiramiento.
  • Puesta en tensión progresiva: lento y progresivo
  • Respetar los tiempos de estiramiento: La técnica de estiramiento se desarrolla en varias secuencias:
    • 1º tiempo: puesta en tensión progresiva
    • 2º tiempo: una vez alcanzada la tensión máxima (soportable) mantenerla (entre 30 y 60 segundos)
    • 3º tiempo: la relajación debe ser muy lenta y suave
    • 4º tiempo: tiempo de reposo igual a la suma de los 3 primeros tiempos
  • Respetar la regla de no dolor: el estiramiento provoca en si una sensación desagradable, sin embargo la aplicación debe tener en cuenta que esta sensación sea siempre tolerable.
  • Durante la ejecución del estiramiento la respiración debe ser lenta, regular y profunda dando tiempo a que el músculo se oxigene bien.

¿CUÁNDO ESTIRAR?

En la práctica de deporte es aconsejable realizar estiramientos en el calentamiento, durante el entrenamiento y al finalizar la actividad deportiva.
– En el calentamiento: es recomendable trabajar la movilidad articular de las articulaciones más implicadas en la actividad deportiva a desarrollar, en el caso del atletismo sería rodillas, tobillos y caderas. Realizar estiramientos de la musculatura que más trabaje en el deporte que se vaya a practicar. En el atletismo sería recomendable hacer estiramientos de isquiotibiales, gemelos, adductores, sóleo, flexores de cadera, cuádriceps y erectores espinales.
– Durante el entrenamiento: si se realiza un entrenamiento de series en las que se hagan paradas y descansos los estiramientos están indicados para frenar la pérdida de elasticidad que se produce como consecuencia del entrenamiento. Facilitando la recuperación de la musculatura que está trabajando.
– Al finalizar la actividad deportiva se recomiendan también los estiramientos con el objetivo de disminuir el tono muscular y favorecer el riego sanguíneo.

CONTRAINDICACIONES:

Son mayoritariamente contraindicaciones relativas que se derivan del sentido común. Cada ejercicio puede tener una contraindicación dependiendo de cada individuo.

CONCLUSIONES:

Los estiramientos deben convertirse en un hábito para aquellos que realizan actividades deportivas por todos sus beneficios anteriormente descritos. Siendo uno de los más importantes la prevención de lesiones.
En el caso de los corredores, recorrer kilómetros y no estirar provoca un enorme desequilibrio muscular que, a medio plazo, puede provocar una lesión. Realizando estiramientos correctamente los músculos recuperan su posición inicial, se descargan en gran medida, facilitan su drenaje y estimulan una mayor circulación sanguínea.
Recordando el ejemplo del muelle respetaremos los tiempos marcados, controlando el estiramiento y la postura en todo momento sin hacer vaivenes ni rebotes. Nunca un estiramiento tiene que ser doloroso.

Las claves para estirar correctamente

 Las claves para estirar correctamente

Para estirar después de correr puedes seguir una rutina de diferentes ejercicios y elegir entre sus variantes. Sin embargo, igual de importante es hacerlos después de cada entrenamiento y no saltárselos como cuidar la técnica para estirar correctamente. Si sigues las pautas básicas ayudarás a tus músculos a recuperarse y regenerarse mejor entre cada entrenamiento.
Tienes que estirar los músculos afectados al correr, ten en cuenta que aunque gran parte del esfuerzo se lo llevan las piernas, en el tren superior también hay músculos fatigados (dorsales, antebrazos…). Además, estirar correctamente no es sinónimo de tardar o alargar el entrenamiento mucho, hacerlo bien no te llevará más de 10-15 minutos cada vez.

Nunca tiene que doler el músculo que estás estirando, sí tienes que notar la tensión, pero bajo ningún concepto llegar al dolor. Por otra parte es básico evitar los rebotes, estira el músculo hasta que notes la elongación y mantén la posición sin rebotar.

Concéntrate en el estiramiento que estás realizando en cada momento y toma conciencia de si te estira el músculo o no. Si no notas la tensión es que o bien no estás ejecutando bien la técnica de ese ejercicio y tienes que corregirla, o bien ese ejercicio no te estira, por lo que normalmente existirá alguna variante que puedas probar y sí te estire correctamente.

Los 4 principios para estirar correctamente


 Los 4 principios para estirar correctamente
Los estiramientos aumentan la irrigación en el músculo, haciendo que se relaje, aumentando la circulación sanguínea en la zona estirada y reduciendo el dolor post-ejercicio.
Los estiramientos resultan imprescindibles en tus planes de entrenamiento, sin embargo, un estiramiento mal ejecutado puede causarte una lesión. Para realizar los estiramientos con seguridad, hay que respetar varios principios básicos, evitar el dolor, realizar los estiramientos de forma lenta y controlada, estirar el músculo correcto y trabajar sólo los músculos y articulaciones necesarios.
Estas pautas están concebidas para hacer los movimientos más efectivos y seguros y para aumentar la propiocepción de tu cuerpo:

EVITA IMPLICAR DISTINTA MUSCULATURA

Llevar a cabo estiramientos descuidados o mal ejecutados puede afectar negativamente a otros músculos y articulaciones, empeorando la situación. Este error habitual es la principal razón de que algunas personas consideren que los estiramientos no sirven para nada o son una fuente de dolor.

EVITA EL DOLOR

Si estiras el músculo con cuidado, reaccionarán de la manera deseada. Si, por el contrario, se fuerza el estiramiento, los músculos se negarán a cooperar.
Si realizas los estiramientos hasta el punto de dolor, los mecanismos de defensa del organismo se activarán, creyendo que puede estar sucediendo algo peligroso. Cuando los músculos detectan dolor, tratan de protegerse contrayéndose, que es lo contrario de lo que se quiere lograr mediante los estiramientos.
Por supuesto, un dolor muy ligero durante un estiramiento puede producir una buena sensación si la molestia no se extiende al resto del cuerpo. No obstante, hay que ser capaz de distinguir entre quemazón (provocada por el estiramiento) y dolor (provocado por una posible lesión).

REALIZA LENTAMENTE LOS MOVIMIENTOS

Si mueves los brazos o las piernas muy bruscamente durante el estiramiento, el músculo se estirará con excesiva rapidez, lo que hará que el organismo crea que el músculo está a punto de desgarrarse o lesionarse. Una vez más, ese mecanismo de defensa tratará de protegerlo contrayendo el músculo, evitando así que logres tu objetivo de estirarlo.

ESTIRA EL MÚSCULO CORRECTO

Aunque pueda parecer muy lógico, para seguir esta norma hay que emplear una técnica adecuada. Un movimiento que se aparte dos o tres grados de la dirección correcta puede significar la diferencia entre estirar el músculo o someter la cápsula articular a una tracción inadecuada, o provocar daños en el cuerpo. Para proteger el organismo y ahorrar tiempo tras los entrenamientos es importante que hagas bien los estiramientos, empleando la técnica adecuada según el grupo muscular que vayas a estirar.
Hay que ser consciente de que, cuando estiras el músculo, también realizas, al menos, otra acción exactamente contraria a lo que éste hace cuando actúa (contraerse). Si la función del músculo es doblar el codo, para estirarlo hay que extenderlo, si la acción de un músculo consiste en flexionar la cadera, extender la rodilla o aumentar el arco en la región lumbar, para lograr un estiramiento de dicho músculo se necesitará extender la cadera, flexionar la rodilla y disminuir el arco de la espalda.
Este hecho incrementará la movilidad de las articulaciones, pero sigue atentamente las instrucciones de cada estiramiento para realizar los ejercicios de forma efectiva y con seguridad si no quieres incrementar, de forma excesiva, la movilidad, ya que aumentarías el riesgo de lesión.
Fuente: Foroatletismo

Las principales causas de lesión en el corredor

 Las principales causas de lesión en el corredor
La naturaleza de la lesión deportiva es multifactorial y, en ocasiones, la causa que a priori pueda parecer la más inesperada, puede ser la que provoque la lesión. Te contamos las principales:

UN MAL GESTO DEPORTIVO

A nivel estructural, puede ser que tu estructura esquelética sea asimétrica, lo que puede provocar descompensaciones y desequilibrios. También puede ser que los hábitos posturales que lleves en tu día a día no sean los más correctos y que eso sea lo que termine provocando la disimetría.
No bajes la guardia. Siguiendo el principio de especialización, el propio gesto deportivo durante la carrera también es crucial, así que si no has perfeccionado la técnica de carrera, estarás dejando de lado una serie de beneficios que optimizarían tu energía durante la carrera, desarrollando la fuerza muscular y, sobre todo, reduciendo las probabilidades de lesión.

EL SOBREPESO

Básicamente, pesar más implicaría un mayor impacto en tus articulaciones, y por ende, un mayor riesgo de lesión. Existe una relación proporcional entre impacto y peso corporal. En casos de sobrepeso, es la principal causa que provoca la lesión, correr te ayudará a perder peso, pero hará falta un entrenamiento y un cuidado nutricional adecuado.

SUPERFICIE DE TERRENO INESTABLE

Todo lo que está debajo de tus plantas va a afectar al resto de tu estructura a nivel esquelético, tendinoso, articular y muscular.
Las superficies son importantes en muchos sentidos, el nivel de absorción de impactos que tenga el terreno es fundamental porque, en cada apoyo, el impacto se absorbe en dos direcciones (a través de nuestras articulaciones y a través de la superficie de terreno). Por tanto, si corres sobre césped, tierra húmeda o tartán, el terreno absorberá más impacto que tus articulaciones, mientras que si corres sobre la acera o asfalto, el nivel de impacto que absorben las articulaciones es mayor.
Por otra parte, debes evitar los terrenos irregulares. Una superficie con obstáculos o imperfecciones orográficas puede crear descompensaciones y desequilibrios que te obliguen a cambiar la forma de correr y el tipo de pisada, lo que puede desencadenar en lesión.

ZAPATILLAS INADECUADAS

Una mala elección del calzado puede provocar problemas de lesiones deportivas. Si las características de las zapatillas no concuerdan con las del corredor (historial de lesiones, peso, tipo de pisada, etc.), el riesgo de lesión será alto. Si prestas atención y consideras la importancia de unas buenas zapatillas, estarás dando un gran paso para la prevención de lesiones, ya que el calzado inadecuado es una de las causas más comunes de lesión deportiva.

NO SEGUIR LOS PRINCIPIOS DE ENTRENAMIENTO

Según el principio de multilateralidad y variedad, hay que pretender buscar el desarrollo completo de todo el organismo. Así, por ejemplo, cuando trabajas un sistema, se ven afectados todos los sistemas aunque en diferente medida: si siempre fortaleces las piernas a base de sentadillas y no haces ningún otro ejercicio, estarías entrenando en exceso (sobreentrenando) los cuádriceps y dejando de lado otros grupos musculares.
Si al cuerpo le damos siempre los mismos estímulos, no se desarrollará ni tampoco podrá mejorar.

PLAN DE ENTRENAMIENTO MAL ADAPTADO

Independientemente de los principios de entrenamiento, si un plan de entrenamiento no está bien programado, será más destructivo que constructivo.
Atendiendo al principio de individualización, cada corredor es un mundo y reaccionará de formas diferentes a cualquier tipo de ejercicio. Por lo tanto, el plan de entrenamiento, progresión, y el desarrollo del corredor serán diferentes en cada caso. Entrenar sin tener en cuenta la condición física, las habilidades, y las características de uno mismo no tiene ningún sentido. Un plan de entrenamiento inadecuado suele ser una de las principales causas de lesión.

MAL CALENTAMIENTO Y VUELTA A LA CALMA

Aunque no sea la primera vez que lo leas, te volvemos a recordar su importancia, ya que resulta fundamental a la hora de preparar a todo el organismo para realizar un esfuerzo (vital antes de cualquier entrenamiento de calidad) y para devolverlo, progresivamente, a la relajación.

ASPECTOS PSICOLÓGICOS

Las variables psicológicas cobran gran importancia en el estudio de la incidencia de lesiones. Así, una motivación deficitaria puede favorecer problemas como falta de adherencia a medidas preventivas, o propiciar déficits atencionales que pueden derivar en ejecuciones técnicas defectuosas, favoreciendo la ocurrencia o agravamiento de las lesiones.
Además, una motivación excesiva puede incrementar el riesgo de lesiones, impulsando a los deportistas a sobreesfuerzos innecesarios o a un abuso de práctica.
Por otra parte, el estrés psicosocial parece constituir una variable de singular relevancia. Diferentes estudios (Bramwell, Colmes, Masuda y Wagner, 1975; Alles y Cryan, 1983; Hardy y Riehl, 1988; Hardy, Richman y Rosenfeld, 1991; Hanson et al., 1992; Kerr y Minden, 1988) han identificado relaciones significativas entre la presencia de estrés psicosocial y una mayor vulnerabilidad de los deportistas a padecer lesiones.

Fuente: Foroatletismo